¿Por qué decides emprender? ¿Son mayores los pros o los contras?

Emprender da una libertad sin precedentes para desarrollar mi trabajo en la dirección particular que prefiero, empleando la forma y los métodos que entiendo más apropiados. Además, considero que la persona que emprende adquiere una serie de habilidades que de otro modo, difícilmente conseguiría.
 
En cuanto a las ventajas o inconvenientes, si tuviera que responder a esta pregunta hace años, cuando empecé esta aventura, diría que claramente las desventajas son mayores, sin embargo, desde una perspectiva a largo plazo, que es como entiendo que debe orientarse el emprendimiento, y consolidar paulatinamente la idea de negocio, evidentemente los pros son mucho más grandes, y la clave es persistir hasta incrementar esa parte de la balanza.
 

¿Por qué este sector? ¿Qué te atrae de él?

El sector al que pertenezco es muy versátil, permite elegir un camino concreto y ahondar en él, adquiriendo cada vez más habilidades y conocimientos.
 
Me pareció (y sigue pareciéndome) muy interesante resolver conflictos y problemas de la sociedad y el tejido empresarial, puesto que, con el paso del tiempo, se ven los frutos del trabajo bien hecho.
 

¿Cuál es la principal barrera que has encontrado en el camino?

Las escasas ayudas para trabajar por cuenta propia, desde luego, y seguidamente la competencia genérica (ya que al principio no se cuenta con especialización) que implica diferenciarse a marchas forzadas para sobrevivir en la jungla.
 

¿Qué es lo que te hace diferente?

Mi forma de trabajar, analítica, concienzuda y persistente enfocada al cliente, para intentar siempre dar la solución idónea al caso concreto. En otro orden de cosas, la cercanía y confianza es nuestra marca personal, de forma que los clientes tienen un acceso y transparencia total con el despacho.
 

¿Qué consejo le darías a una persona que quiere emprender pero que no se atreve?

Ante todo que, para que los esfuerzos y recursos que va a emplear en el camino no caigan en saco roto, analice previamente su propuesta de valor, es decir, qué puede ofrecer a un mercado concreto y cómo hacerlo de manera distinta a la competencia. Y por último, pero no menos importante, que no tenga prisa en obtener determinados objetivos, ya que emprender, al igual que una oposición, es, por regla general, una carrera de fondo.